domingo, 16 de julio de 2017

Asombro y complejidad

Hace ya algunos años cuando deseaba comunicarme con alguna persona, tenía que verla personalmente, enviarle una carta o hablarle por teléfono, bueno en el caso que tuviera un teléfono a la mano o que en la esquina de mi casa hubiera alguno y sobre todo que estuviera desocupado. Porque recuerdo que por allá al principio de los 70´s, únicamente los que podían disfrutar de un teléfono en la comodidad de su hogar, eran las personas con posibilidades económicas.
Actualmente me asombra la facilidad con que podemos comunicarnos con otra persona, y no solamente dentro de nuestra área o región, sino a nivel mundial. En cuestión de segundos estoy teniendo una vídeo conferencia con alguien que se haya en otro país o continente. La utilización de redes sociales me lleva actualmente a “conocer” a más gente en forma rápida y sencilla.

Pero así, como la utilización de la tecnología actual me asombra, también se me hace compleja. Pienso que la utilización de programas, App, paquetería o simplemente el uso de un correo electrónico, puede ser algo complicado para alguien que ya tiene cierta forma de comunicarse. Si todo esto de loa avances tecnológicos es asombroso y muy útil si se emplea adecuadamente, pero su vocabulario, tecnicismos y uso, creo me van acarrear dolores de cabeza.

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